viernes, junio 16, 2006

Me voy a comprar un coche con altavoces

Lo de los coches con altavoces "patrullando" por las calles de la localidad hacen, la mayoría de veces, un servicio -no diría yo público- pero casi.
Pero claro, otra cosa es que aquí el que desea "radiar" que se le ha perdido un perro que responde al nombre de Pancho, lo único que tiene que hacer es pagar una pequeña tasa, agarrar el auto, fijar el volumen de los altavoces a toda pastilla (para que todo dios se entere) y ¡zas¡, todo el mundo tragando decibelios por un tubo.
Claro, ¿cómo van a ser efectivas las campañas contra el consumo de alcohol y de otras cosas si cuando estás tan tranquilo en casa con la resaca del sábado y haciendo propósito de enmienda -hay que ver que 'mierda' cogí- pasa un cochecito, como si estuviéramos en una playa, con sendas adoslescentes animando la visión del personal y cargado con dos cajas de ruido, ofreciendo una fiesta y la primera copa gratis en no se qué 'tugurio' de nuestras calles?
Además de poner la chupeta, por aquello del consumo de alcohol, se debería poner la de los decibelios a estos 'mataburras parlantes'.
Y además con el beneplácito de nuestras autoridades medio-ambientales y sanitarias.