Datos chocantes de los contaminadores acústicos

¿Quiere saber lo que significa Salud Pública? y ¿contaminación acústica?. Pues bien, no se lo voy a explicar, sino que me voy a remitir a los últimos quince días en que dos bares de mi barrio han cerrado por vacaciones.
Si es usted vecino de las latitudes de la calle Marquesa Villa San Román seguro que ha podido disfrutar de un silencio, o mejor, ausencia de ruido, de una manera espectacular. Ha podido descansar con las ventanas abiertas y lo máximo ha sido escuchar a algún ciclomotor pasar veloz y ruidosamente por su calle.
Todo esto es Salud Pública y esto es ausencia de contaminación acústica. ¿Quién la produce?. Los datos son estos:
Dos locales, DOS, ¡Nada más que dos¡ que no generan ninguna riqueza colectiva , salvo para los propios dueños, son los responsables de contaminar de ruidos a más de 1.000 vecinos del barrio, unas 300 viviendas. Chocante ¿no?.
Y ustedes me dirán: ¿pero y los clientes?, esos "favorecidos" que tienen un local donde refrescarse o echarse unas partiditas. ¿Acaso los bares no cumplen una función "social" con ellos?.
A fuerza de "tragarme" los gritos y las voces de todos ellos hora tras hora, minuto tras minuto, he llegado a especializarme en el reconocimiento de la identidad de una persona por la voz. Dividiendo el horario del bar en dos mitades, (mañana y tarde) ambas aglutinan a un colectivo diferente de clientes: los que no tienen nada que hacer (mañaneros) y los que no tienen nada que hacer sumados a los que van terminando su jornada laboral en horario de tarde. Puedo afirmar que en cada turno los autores de la contaminación acústica (gritos, golpes en la mesa o en la barra, etc.) no son más de tres.
He aquí otro dato chocante:
Seis personas, SEIS, ¡Nada más que seis¡ que seguro que en sus casas guardan otro tipo de comportamiento "acústico", son los responsables de la contaminación que sufren cientos de vecinos.
¡Chocante ¿no?¡. Pues no, no tiene ninguna gracia. Algún día colgaré aquí sus fotografías, para su propio conocimiento.